Una de las fases que debemos contemplar, y que normalmente es pasada por alto, cuando diseñamos los procesos de objetivos en nuestra organización es su cierre. Uno de los elementos claves del planteamiento de objetivos SMART es su temporalidad, debemos definir en qué lapso debe lograrse la meta; ese tiempo nos va a delimitar un período de inicio, pero sobre todo de finalización máximo en donde los líderes pedirán resultados a sus supervisados y rendirán cuentas a sus supervisores.
Para que la fase de cierre de objetivos sea provechosa debemos contemplar lo siguiente:
- Ownership: el resultado de los objetivos los debe presentar y entregar el responsable del área atendiendo a la estructura de la organización y tomando en cuenta los diferentes niveles que en ella pueden existir. Pedirle a nuestro recurso que de manera autónoma haga una recapitulación de su año, analice cómo fue su balance y trate de explicar por qué cumplió y por qué no cumplió sus objetivos, les permite a ellos crecer de sus oportunidades y a nosotros como sus líderes, tener herramientas para plantearnos posibles ascensos, planes de desarrollo e incluso tener los argumentos para defender los resultados obtenidos.
- Tiempo máximo de entrega: si bien los tiempos establecidos en los objetivos son variables, la rendición de cuentas y el lapso máximo de la entrega o presentación de los resultados debe ser conocida, estar establecida dentro de los procesos de gente de la organización desde el momento en que se plantean las metas y guardar alguna periodicidad estándar. Los colaboradores adecúan sus ritmos de trabajo a los ciclos establecidos en la empresa a la que pertenezcan. Si bien esto puede cambiar, se recomienda que no sea todos los años y que respondan a la dinámica de la operación.
- Planes de acción: de los objetivos cumplidos y de los que no fueron alcanzados debe desprenderse un plan de acción. El input que recibamos de nuestros líderes puede determinar metas para el año siguiente, replantear estrategias e incluso redistribuir los recursos, funciones y actividades. La generación de los planes de acción con los dueños del proceso permite que sean más acertados, que no sean vistos como imposición y refuerza el empoderamiento de los líderes de área con sus resultados.
- El formato: debemos establecer cómo vamos a solicitar la rendición de cuentas, esta puede darse a través de una llamada, una presentación, un informe, una reunión en grupo o individual. Puede ser de utilidad que establezcamos un tiempo máximo y la información mínima que esperamos encontrar; en ocasiones los departamentos de planificación, de recursos humanos, de control o de proyectos desarrollan formatos para que los participantes rellenen la información y así facilitar la labor de los supervisores.
- El evento: el cierre de objetivos debe tener un espacio de tiempo exclusivo destinado para tal fin. De nosotros como líderes de la organización depende la importancia que nuestro recurso le dé a esta rendición de cuentas. En este espacio evitemos el multitasking, es vital que dediquemos nuestra atención al cierre de objetivos y de esta manera poder dar un feedback de provecho para nuestro equipo.
En WayBetter podemos apoyarte en la estructuración de los procesos de objetivos, desde su planteamiento y seguimiento hasta su cierre. De la mano con nosotros puedes entrenar a tus líderes para obtener cada día mejores resultados para tu negocio.

Alfonso Méndez-Vigo
Director Ejecutivo de WayBetter, MBA e Ingeniero con más de treinta años de experiencia dirigiendo operaciones de empresa nacionales y transnacionales.
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